GRUPOS ETAREOS QUE ATRAVIESAN SITUACIONES DE RIESGO Y VULNERABILIDAD

11.11.2012 13:52

Cátedra: Trabajo Social y Problemática Social Argentina

Profesora: Luisa Agueda Loretto

Alumnas: Fuentes Gabriela

                 Mansilla Dora

                 Muñoz Yanina

                 Muñoz Russo Cristina

                 Trujillo Natalia

                 Valenzuela Gisselle

                 Vega Emilse

INTRODUCCIÓN

La vulnerabilidad es un tema emergente, que se plantea reiteradamente en los análisis de la cuestión social en el siglo XXI.

Luego de investigar encontramos Entre los fenómenos que contribuyen a la vulnerabilidad los siguientes: creciente inestabilidad macroeconómica; las frecuentes entradas y salidas de la condición de pobreza, que afecta incluso a grupos históricamente protegidos; diversos signos de fragmentación y de asimetrías sociales e indefensión ante riesgos de diversa naturaleza.

Teniendo en cuenta esta situación, nos proponemos abordar cuales son los grupos etáreos que hoy atraviesan estas situaciones.

En primer lugar estudiaremos el concepto de vulnerabilidad, riesgo social y grupo etáreo.

 Después desarrollaremos cuales de estos grupos se encuentran dentro de la categoría de vulnerabilidad y como se caracterizan.

DESARROLLO

Vulnerabilidad

En el uso corriente, el vocablo vulnerabilidad denota riesgo, fragilidad, indefensión o daño. En el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española se acogen estos términos de identificación, y se afirma que es “la probabilidad de ser dañado o herido”.

Si bien tales acepciones son válidas, desde la CEPAL se considera que no incluyen la posibilidad de controlar los efectos de la materialización del riesgo, condición que necesariamente debe estar presente en el estudio de la vulnerabilidad social, dado que ésta comprende tanto la exposición a un riesgo como la medida de la capacidad de cada unidad de referencia  (diversas entidades sociales potencialmente vulnerables: comunidades, hogares y personas) para enfrentarlo, sea mediante una respuesta endógena o merced a un apoyo externo.

La noción de vulnerabilidad está presente en una amplia gama de disciplinas, en algunas de las cuales su aplicación es bastante directa. Así sucede con la epidemiología, en particular si los riesgos se circunscriben a la exposición a agentes patógenos.

En los ámbitos sociales, la delimitación precisa de la vulnerabilidad resulta más compleja, aunque en algunas disciplinas será posible especificar los riesgos de manera relativamente uniforme, siempre que el aspecto al que afecten esté claramente identificado.

Vulnerabilidad  Social

La noción de vulnerabilidad social tomada de la CEPAL, se relaciona con los grupos socialmente vulnerables, cuya identificación obedece a diferentes criterios: la existencia de algún factor contextual que los hace más propensos a enfrentar circunstancias adversas para su inserción social y desarrollo personal (grupos “en riesgo social”), el ejercicio de conductas que entrañan mayor exposición a eventos dañinos, o la presencia de un atributo básico compartido (edad, sexo o condición étnica) que se supone les origina riesgos o problemas comunes.

También es importante mencionar lo que dice Robert Castel, para él en el escenario de las manifestaciones de la cuestión social encuentra la expresión “exclusión social”, la cual, es una equivocación ambigua y propone sustituirla por “desafiliación”. Asi propone ubicar las situaciones marginales al final de un doble proceso de desenganche en relación al trabajo y a la inserción relacional.

Sostiene que todo individuo puede situarse en relación a este doble eje y diferencia zonas de la vida social:

  • 1|° zona de integración, caracterizada por el trabajo estable y una fuete inscripción relacional que a menudo están juntos.
  • 2° zona de vulnerabilidad, referida al trabajo precario y la fragilidad de los soportes relacionales.
  • 3° zona de desafiliación o marginalidad, caracterizada por la ausencia de trabajo y aislamiento relacional.
  • 4° zona de asistencia, la que cumpliría una protección sobre el individuo.

Hoy es imposible trazar fronteras claras entre estas zonas, ya que los sujetos integrados devienen en vulnerables por la precarizacion de las relaciones de trabajo y los vulnerables caen todos los días en lo que llamamos exclusión.

Entonces Castel sostiene que los “excluidos” poblaran la zona más periférica caracterizada por un vínculo perdido por el trabajo y el aislamiento social.

Situación de Riesgo

Entendemos por situaciones de riesgo a aquellas que conllevan una importante carga traumática para la mayor parte de las personas que vayan a afrontarlas.

Nuestra sociedad se caracteriza por las numerosos y crecientes señales de inseguridad, incertidumbre y desprotección que se manifiestan en las esferas macro y micro económicas, ambiental, social y cultural. Tales riesgos se relacionan estrechamente con algunos rasgos centrales de la sociedad contemporánea, como la globalización, la complejidad inherente a la diferenciación institucional, la revolución tecnológica y la aplicación de la reflexividad en todos los campos de la vida humana.

Uno de los autores que ha reconocido con mayor agudeza esta condición dialéctica de progreso y riesgo es Anthony Giddens, quien considera que la incertidumbre reinante en la sociedad contemporánea es el resultado de la capacidad ampliada de reflexión respecto de todas las conductas, individuales y colectivas. Como parte de un proceso continuo de revisión del mundo, las prácticas sociales se examinan y reformulan constantemente a la luz de la nueva información disponible; dicha revisión destruye certezas previas, amenaza instituciones y mecanismos históricos de protección y, por sobre todo, introduce un signo de interrogación permanente sobre el futuro. En suma, el riesgo actual es “fabricado”, pues depende cada vez menos de contingencias naturales y cada vez más de intervenciones sociales y culturales, que en algunos casos desencadenan desastres “naturales”. La expresión más radical del “riesgo fabricado” es la institucionalización del cambio vertiginoso como modo de producción y de vida de individuos, hogares, organizaciones y comunidades. En un contexto en el que cotidianamente hay que tomar opciones, el futuro es altamente incierto y todos los actores aparecen, en principio, como pasibles de daños, es decir, vulnerables.

Grupo Etáreo

Es un grupo de individuos nacidos en la misma fecha y que entran a las instituciones sociales más o menos dentro del mismo periodo (hospitales, guarderías infantiles, escuelas, colegios, etc.). Cada grupo etáreo tiene sus propias características, tales como tamaño y composición, tasas de mortalidad, y tasas de incidencia de condiciones crónicas y patologías, así como, diferentes indicadores sociales.

La experiencia durante la vida de este grupo etareo reflejará las condiciones particulares del periodo en que viven.

Vulnerabilidad y Grupos Etéreos

Más allá de afirmar que en esta sociedad, todos somos vulnerables ante los cambios sociales y naturales repentinos que constantemente se producen, podemos identificar ciertos grupos que están expuesto a los riesgos en una proporción mayor que otros. Estos son:

  • La niñez
  • Adolescencia
  • 3° Edad

La Niñez

Antes de tratar este grupo nos parece importante distinguir dos grupos diferenciados de niños y niñas: aquellos denominados “chicos de la calle” y “chicos en la calle”.

El primer grupo esta compuesto por niño/as que tienen vínculos familiares muy débiles y/o inexistentes; usan la calle como medio de subsistencia y de contención. Es allí donde se sociabilizan, desarrollan sus estrategias y generalmente han sido victimas de abuso y maltrato.

El segundo grupo esta formado por niños/as que pasan cierta cantidad de hora en la calle pero que no han cortado vinculación con su familia, y luego de buscar el sustento regresan a sus casas.

           En este trabajo nos abocamos al estudio de los chicos de la calle porque,  si bien todos los niños son vulnerables ante riegos biológicos como las enfermedades, los “de la calle” se encuentran permanentemente  en situación de riesgo.

El enfoque de riesgo en la problemática de la infancia ha permitido profundizar el diagnóstico contextualizado en la realidad social que afecta a los niños y adolescentes en las áreas urbanas, posibilitando conocer mejor las familias y los barrios populares, los conflictos y desafíos por los que atraviesan en su vida cotidiana. Para el desarrollo de este concepto tomaremos las palabras de Agnes  Heller quien define a la misma como “el conjunto de actividades que caracterizan la reproducción de los hombres particulares los cuales a su vez crean las posibilidades de la reproducción social”. El concepto de vida cotidiana expresa la trama social en la cual los sujetos articulan su existencia con relación a la lucha por la satisfacción de sus necesidades. En este sentido el saber de la vida cotidiana de estos niños posibilita determinar a través del lenguaje y la comunicación el lugar que los hechos tienen en su vida particular y generalizarlos a través de la transmisión. En consecuencia es muy importante saber escuchar, comunicarse y registrar como estos chicos reproducen, generalizan y transmiten los hechos en su vida. Pasan la mayor parte del tiempo en la calle debido a que carecen de residencia estable y en la mayoriíta de los casos de un núcleo familiar  y hacen de la calle su hogar, convirtiéndose en marginados sociales.

Este fenómeno es exclusivamente urbano dado que las áreas rurales tienden a tender familias más conservadoras.

Por su parte la explotación Infantil se refiere al trabajo de los niños en cualquier sistema de producción económica de un país, una región y en el mantenimiento de un grupo o un clan familiar.

La explotación infantil es un hecho que azota en especial a países en vías de desarrollo. También se le denomina “trabajo infantil”.

Se puede hablar estrictamente de explotación infantil en los siguientes casos:

  • Todos los niños/as menores de 16 años que desempeñan cualquier actividad económica de producción que afecta su desarrollo personal o el disfrute de sus derechos.
  • Niños y niñas que son obligados a mantener un trabajo constante para que después le quiten los ingresos recaudados.
  • Niños y niñas en edades comprometidas en edades comprendidas entre los 12 y los 14 años que realizan cualquier trabajo que implique un riesgo y sea evidentemente peligroso.
  • Todos aquellos menores de edad que son victimas de las peores formas de explotación infantil como las siguientes:

                     - niños y niñas victimas del tráfico

                              - que sufre cualquier forma de esclavitud

                              - obligados a prostituirse

                              - reclutados por la fuerza o

                              -  inducidos a realizar actividades ilegales

Las causas  que hacen que los niños deban trabajar en la calle son:

  • Marginación social y extrema pobreza: la familia en general carecen de las condiciones necesarias de subsistencia y hacen que los niños trabajen para mantener la economía familiar. Esta situación solo puede resolverse con una decidida voluntad estatal de desarrollar a la Nación y proteger a la familia.
  • Redes de explotación infantil: múltiples redes trabajan en todo el planeta para usar a los niños /as con propósitos económicos como la mendicidad y la prostitución.
  • Conflictos armados: En situaciones desastrosas de orden público, los niños y las niñas son victimas de todo tipo de abuso.
  • Por presión del grupo de pares: Algunos niños y adolescentes trabajan para acompañar a sus amigos o hermanos, sus ganancias son utilizadas para cubrir sus propias necesidades, pero por el gusto de manejar dinero se van quedando mayor tiempo en la calle, adaptándose a las vivencias de ésta.

 La adolescencia y la Juventud

Entre los 15 y 29 años  hay algunos asuntos que alcanzan su punto cúspide en la vida de las personas, en los que aumenta la probabilidad de ocurrencias de ciertos hechos. Algunos adquieren cognotacion negativa tales como la adicción, la violencia, el suicidio, la delincuencia y otros son tan solo riesgos demográficos, entre los que sobresalen la trayectoria reproductiva y sus componentes.

Entre los signos de la vulnerabilidad juvenil, encontramos los siguientes:

  • Creciente incapacidad del mercado de trabajo para absorber personas con escasas calificaciones y de garantizarles a ellas prestaciones sociales, entre los cuales se encuentran los jóvenes populares urbanos
  • Dificultades que experimenta el Estado para reformar la educación y los sistemas de capacitación a un ritmo adecuado a los tiempos
  • Transformaciones en la familia que exponen a los jóvenes a riesgos de crianza y falta de recursos
  • Contradictoria tendencias que, por un lado, estimulan la sexualidad temprana, y por otro generan resistencia para educar y ofrecer medios para evitar riesgos (embarazos y enfermedades venéreas).
  • Persistencia de una iniciación sexual/ nupcial/reproductiva mucho mas temprana en los pobres.
  • Mecanismos que favorecen el incremento de la pobreza y su aislamiento: segregación residencial (concentración de espacios entre iguales), separación de los espacios públicos de sociabilidad informal (que impide también el encuentro entre clases), segmentación de los servicios básicos (como la educación). Como consecuencias se presencia un progresiva aislamiento respecto al curso central del sistema social, que aunado al deterioro de las instituciones básicas de la socialización y orientación normativa (familia), favorece una creciente exposición y susceptibilidad a la influencia del grupo de pares inmediato. En la formación de las identidades propias incorporaran los componentes de segregación sintiéndose siempre “ciudadanos de segunda”.

3° Edad

La población anciana en la actualidad es considerada un grupo etáreo en situación de vulnerabilidad, en tanto hay un aumento de dicho grupo, los servicios de salud y el sistema jubilatorio no brindan una cobertura total e integradora.

Otro factor que lo convierte en grupo vulnerable tiene quer ver con la tendencia de los núcleos familiares a desprenderse de sus mayores, ya sea por falta de recursos, por intolerancia e incapacidad para cuidarlos, por la imposibilidad para atenderlos por cuestiones laborales, etc.

Un tercer factor es que los geriátricos que albergan a estas personas mayores no reúnen todas las condiciones para funcionar correctamente (Ley Provincial N° 7487)* y esto se traduce en ineficiencia en la atención, infraestructura precaria para desarrollar actividades, escaso personal, etc.

En general se considera que “viejo” es sinónimo de “enfermo”. Pero no siempre es así. Se sostiene que quienes llegan a ser ancianos asumen que deben ser enfermos y estar solos. A estos se les niega la posibilidad de escucha, de caricias, de compañía, de ser consultados. Así mismo tienen dificultades para conseguir  atención medica y,  aquellos que permanecen en un geriátrico, poseen casi una total desvinculación con sus respectivas familias.

Emma Marazza, docente e investigadora de la UNT, aconseja que “el mejor ámbito para que vivan los ancianos es siempre la familia ya que la convivencia con otras generaciones los provee de actualización y da vida a la vida…”. Y en aquellos casos en los que los ancianos viven en geriátricos, la docente, sostiene que “estos deben ser hogares y no depósitos inhumanos, para ello debe imperar en el lugar un sentido de pertenencia, de responsabilidades asumidas y de actividades compartidas. No debe haber una serie de sujetos aislados y desvinculados completamente de sus familiares…” 

* Ley Provincial Nº 7487: Estipula que los geriátricos deben contar (entre otras cosas) con espacios verdes, un medico director, un nutricionista, un kinesiólogo, un trabajador social, personal de laborterapia, un psicólogo, un enfermero cada quince camas, encargados de limpieza y cocina y un equipo de emergencia medica.

Prevenir

La prevención tiene, al menos, dos grandes virtudes. Primero, genera un ambiente más seguro y propicio para el desarrollo de los actores, que se enfrentan a un mundo menos amenazante, y segundo, comúnmente implican costos sociales y económicos inferiores a los de las intervenciones destinadas a reparar o enmendar efectos; una acción preventiva —que hace innecesario incurrir en gastos de todo tipo para responder a la materialización de las adversidades o para adaptarse a ellas—, encierra grandes economías hacia el futuro y es amplio el consenso político y técnico sobre la prioridad que debe asignarse a las políticas preventivas para enfrentar los riesgos sociales.

Por esto es necesario que las políticas estatales,  en tanto conjunto de desiciones que crea derechos y obligaciones en el seno de la sociedad involucrada y en el propio sector dominante, estén destinadas a la prevención. En la actualidad, podemos observar que el Estado propone el “Plan Nacional Familia” o el “Programa para jóvenes Mas y Mejor Trabajo” los cuales a pesar sus objetivos, no logran que la población tenga una movilidad ascendente.

Es el “Pueblo” quien debe ejercer la ciudadanía, exigir a sus gobernantes que implementen políticas de promoción social y así ejercer sus derechos y obligaciones.

CONCLUSIÓN

A partir del estudio realizado llegamos a la conclusión de que la vulnerabilidad esta presente en todos nosotros debido a los cambios constantes de la sociedad postmoderna, los cuales nos enfrentan permanentemente a riesgos sociales. Sin embargo hay determinados grupos etéreos (niños de la calle, adolescentes y ancianos) en los que esta vulnerabilidad los consume y condiciona sus vidas.

Por ello, desde nuestra profesión se deben promover políticas preventivas que tiendan a evitar problemas sociales como la pobreza o indigencia.

Además consideramos que las limitaciones económicas o socioculturales con frecuencia, impiden a los individuos hacer cumplir sus derechos, por lo cual es necesaria la capacitación de la comunidad para gestionar la aplicación de la ley y el respeto de los derechos de sus miembros frente a las instituciones.

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